¿Quién es Jesucristo para USTED? - Las "Yo soy" frases

Introducción

Una vez Jesucristo preguntó a Sus discípulos acerca Su identidad:

Mateo 16:13–14 (RVR60)

13 Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?

14 Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.

Jesucristo mismo habla de Su identidad varias veces utilizando la frase “yo soy”. Veamos qué dice.

(Orar)

Las frases “yo soy”

Hay siete veces que Jesús utiliza una frase empezando con “yo soy” para identificarse en el evangelio de Juan.

Yo soy el pan de vida

Juan 6:35 (RVR60)

35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

Dios proveía maná a los israelitas cuando estaban en el desierto. No tenían qué comer, y Dios les daba justo suficiente cada día para sostenerles. Estaban dependientes como bebes, y si Dios no les hubiera cuidado, hubieran muerto. Aquí, Jesucristo nos ilumina que aunque haya sido milagrosa la provisión del maná, Él es más. Como los israelitas no podían proveer para sus necesidades físicas, no podemos quitar nuestros pecados. Solo Jesús puede satisfacer nuestra hambre espiritual.

Yo soy la luz del mundo

Juan 8:12 (RVR60)

12 Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

O estamos en la luz o estamos en la oscuridad. No hay intermedio. O tenemos con qué alumbrar o estamos perdidos. Sin luz, es imposible encontrar el camino. Jesucristo es mucho más que una lamparita que usamos para ver un sendero en la noche. Él es la luz del mundo, que nos ayuda a ver cuan perdidos estamos sin Él, y nos alumbra el camino de nuestra salvación.

Yo soy la puerta

Juan 10:7 (RVR60)

7 Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.

Juan 10:9 (RVR60)

9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.

Las ovejas son los seguidores de Cristo. La Biblia habla de un descanso para el pueblo de Dios - era la tierra prometida en el AT, pero realmente el verdadero cumplimiento de esta promesa se realizará cuando regresa Jesucristo y vivimos con Él en nuestros cuerpos glorificados. En aquel día, no nos faltará nada. Seremos como ovejas en medio de pastos verdes. Para llegar a esta gloria, tenemos que entrar. Jesús no es una puerta, sino la (única) puerta. El que por Él entrare será salvo y hallará pastos, o ese descanso prometido.

Yo soy el buen pastor

Juan 10:11 (RVR60)

11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.

Aquí Jesucristo hace el contraste entre el buen pastor que da su vida por sus ovejas, y un asalariado:

Juan 10:12 (RVR60)

12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.

Jesús no vino a dar su vida por nosotros por algún beneficio monetario. No podemos ofrecerle nada y no nos debe nada. Él dio su vida solo por su gran amor y su gran misericordia para con nosotros.

Yo soy la resurrección y la vida

Juan 11:25 (RVR60)

25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.

Si hubiera alguna duda sobre la deidad de Cristo, Él lo hace claro aquí. Él es la resurrección, y Él es la vida. Esta resurrección garantiza vida eterna, y la manera por la cual que obtenemos acceso a la resurrección es por creencia (o mejor dicho, fe) en Jesucristo. El que se arrepiente de sus pecados y confía en Cristo para recibir el perdón, tiene esta resurrección y la vida eterna.

Yo soy el camino, y la verdad, y la vida

Juan 14:6 (RVR60)

6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

El contexto es que Jesús les contó a los discípulos que se iba (antes de Su crucifixión). Les dijo que iba a preparar un lugar para ellos, y que regresaría por ellos. Tomás dijo que no sabían a dónde iba Jesucristo, mucho menos el camino. Nuestro Señor Jesucristo es el camino. Él es el puente entre la humanidad y el Padre. Como Su palabra es verdad, Él es en único camino hacía el Padre - nadie viene al Padre sino por Jesús. Este texto es tan claro que no podemos ignorarlo. Muchos quisieran llegar al Padre por su propia manera, pero solo hay un camino.

Yo soy la vid verdadera

Juan 15:1 (RVR60)

1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.

Juan 15:5 (RVR60)

5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.

Anteriormente, Jesús explicó que Él es el camino para que nosotros lleguemos al Padre. Pero Él es el canal por el cual podemos recibir la presencia del Espíritu Santo también. Cuando permanecemos en Él, cuando mantenemos la comunión el Él, el Espíritu Santo produce en nosotros el fruto que aparte de Él no podemos producir. Entre otras cosas, esto es una promesa que si hacemos nuestra parte en la relación con Dios por medio de Jesucristo, que Él seguirá obrando en nuestras vidas por medio del Espíritu Santo. No tenemos que esperar hasta que nos muramos para disfrutar la presencia y la obra de Dios en nuestras vidas.

Conclusión

En cuanto a su salvación, no importa si usted puede recitar una definición de quien es Jesucristo:

Juan 1:29 (RVR60)

29 ...el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.

Cuando Jesús preguntó a sus discípulos acera su identidad, dijo:

Mateo 16:15 (RVR60)

15 ...Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?

Simón Pedro no le dio una definición académica, sino lo que significaba Jesús para él:

Mateo 16:16 (RVR60)

16 ...Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

Jesucristo nos ha dejado varias maneras de hablar de su identidad con sus frases “yo soy”. ¿Pero quién es Jesucristo para usted? Si solo es una definición académica pero no es su Salvador personal, usted le conoce de cabeza pero no de corazón. La única manera de responder a la identidad de Jesucristo que tiene sentido es arrepentirnos, y recibir su oferta de perdón por nuestros pecados.